El esquí de fondo es una forma de esquí nórdico en la que los participantes utilizan esquís estrechos para atravesar terrenos planos u ondulados. La puntera de la bota de esquí está fijada a la fijación, lo que permite que el talón se levante del esquí. Los esquiadores emplean un movimiento de zancadas y bastones de esquí para impulsarse hacia adelante. Es un deporte a la vez recreativo y competitivo, y las pruebas se desarrollan en senderos acondicionados o en paisajes naturales nevados.